El presupuesto de construcción de un proyecto (entendiendo por proyecto, la materialización de una pequeña casa habitación, un gran edificio de oficinas, una bodega o una planta industrial), se define como: la cantidad de recursos monetarios que es necesario invertir para hacer realidad el proyecto, en el tiempo justo y con la calidad establecida.
El presupuesto de construcción, bien elaborado, proporciona información muy valiosa para la toma de decisiones. En primer lugar, para decidir si el proyecto debe llevarse a cabo o no, y, posteriormente, para alcanzar la culminación exitosa del proyecto. Pues, gracias a este presupuesto, se contarán con los fondos necesarios para comprar los materiales; pagar a los trabajadores y los costos de la maquinaria; y, cubrir los gastos relacionados con la administración y supervisión del proyecto.
Es tan importante disponer de un buen presupuesto de construcción que la gran mayoría de Especialistas en la Administración de Proyectos, consideran al presupuesto como uno de los factores crítico de éxito en la realización de cualquier proyecto.
Ahora bien, cómo saber si el presupuesto que elaboramos es un buen presupuesto.
Desde el punto de vista del cliente, debemos recordar, que el cliente siempre buscará obtener lo máximo por su dinero. Desde esta perspectiva, un buen presupuesto de construcción es aquel:
— Que le permite realizar su proyecto en un precio justo,
— Que le muestra, de manera clara y detallada, todo lo que obtendrá por su dinero, y
— Que establece un tiempo adecuado para recibir el proyecto.
Desde el punto de vista de quien se hará cargo de la construcción, un buen presupuesto de construcción es aquel que:
- Le permitirá ofrecer un precio atractivo para el cliente, lo que aumenta sus posibilidades de ser contratado.
- Disponer de los materiales y equipos en el tiempo y con la cantidad requerida.
- Ejecutar los procesos de construcción adecuados con la calidad necesaria.
- Cubrir todos gastos de supervisión y dirección que requiera la obra, así como, los gastos administrativos y generales.
- Por último aunque no menos importante, obtener la utilidad de acuerdo a los riesgos del proyecto.
Terminaremos diciendo que, un buen presupuesto de construcción es aquel que cumple con las siguientes condiciones:
- Se elaboró el presupuesto aplicando una metodología apropiada de manera rigurosa y sistemática
- Se analizaron y tomaron en cuenta los diferentes factores del entorno que afecta al proyecto y a los costos.
- Se identificaron todos y cada uno de los elementos que deben ser construidos o instalados en el proyecto.
- Se cuantificaron de manera sistemática y minuciosa las cantidades a realizar de cada uno de los elementos del proyecto.
- Se conocen los procedimientos constructivos que serán utilizados en el proyecto.
- Se cuantificaron cuidadosamente las cantidades de recursos materiales, humanos, y de maquinaria que se requieren para construir o instalar cada uno de los elementos del proyecto.
- Se investigaron los costos de los recursos materiales considerando los proveedores disponibles
- Se investigaron los costos de los recursos humanos y se le adicionó la carga social e impuestos aplicables.
- Se consideraron todos los gastos derivados de la administración y supervisión del proyecto.
- Se consideró una utilidad que retribuya apropiadamente los riesgos y el valor del dinero que invierte en el proyecto.
- Se hicieron los cálculos aritméticos de manera completa y correcta.
- Se presentan los resultados de una forma atractiva y comprensible al cliente.
El cumplir con todos y cada uno de los aspectos anteriores, es la forma más confiable y segura de elaborar un presupuesto
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